Al casarte te unirás, además de a tu amada, a sus papás, hermanas y hermanos y al resto de su familia.
Estás de acuerdo y consciente de que cuando te cases tendrás una nueva familia, ¿verdad?
Nadie dice que sea un proceso sencillo, pues normalmente las costumbres y tradiciones varían enormemente de una familia a otra.
Y esto de formar una nueva familia con tu pareja, dejar la tuya y adaptarte a la “nueva”, causa problemas de adaptación y esto es un tema difícil entre los recién casados.
También están las familias de ambos y especialmente aquella que sea muy unida para la que resultará difícil adaptarse a vivir con la distancia física y emocional de su hijo o hija, causada por el matrimonio.
Por supuesto, lo mejor de todo es que estés consciente de que la mayoría de las parejas logra preservar relaciones significativas con sus propias familias, a la vez que establecen nuevos vínculos con sus parientes políticos.
Varias encuestas y estudios muy serios sobre el tema de las relaciones familiares, revelan que a pesar del cambio en los estilos de vida, las mudanzas, y otras exigencias de la vida, la mayoría de las parejas suelen conservar relaciones familiares sólidas e identifican a las relaciones con miembros cercanos y lejanos de la familia como su fuente primaria de satisfacción y apoyo personal.
