Hoy día, en las bodas actuales se da mucho la situación de que alguno de los futuros esposos tengan hijos anteriores al matrimonio, en una mayoría de casos son de la misma pareja que ya han convivido un tiempo previo al casamiento
Hay circunstancias también en las que uno de los contrayentes ya tuvo un matrimonio anterior. Las personas divorciadas perfectamente se pueden volver a casar, no por la iglesia, pero si por lo civil. Las viuda/os o con matrimonios anulados por el Tribunal de la Rota, pueden volver a casarse también por la iglesia, aunque no reciben la bendición nupcial, que se da una sola vez en la vida.
Sigue aún vigente la tradición de que los futuros esposos pasen la noche anterior a su boda separados, aunque de hecho, ya estén conviviendo juntos
Si existen buenas relaciones, las/os divorciadas/os o viudas/os, pueden informar a sus exs o a sus anteriores familias políticas, sobre su próxima boda. Esto no es una obligación, pero es sin duda una señal de cortesía y de buena educación, aunque no deben invitarlos si prevén que alguien se pueda sentir incómodo
El orden en el que los asistentes entran a la ceremonia, la colocación de los contrayentes, acompañantes y cortejo nupcial, del que formarán parte destacada los hijos, es el mismo que en cualquier otra boda. Vuestros hijos se sentirán tan felices como vosotros y conservarán un recuerdo insustituible del que será sin duda también para ellos uno de los días más especiales de sus vidas
