La memorable idea de elaborar una “lista de bodas” se masificó en la década de los 60 y su fin principal radicaba en acabar con la duplicidad de regalos mientras que les permitía a los novios escoger a su gusto los detalles que recibirían. El resultado: ahorrarle tiempo a los invitados y obsequios innecesarios a la pareja.
Es por ello que es tan importante dedicarle tiempo y análisis al lugar en donde se elaborará, para que sea lo más completa posible. En ella se deben incluir objetos de diversos rangos de precios, para que ningún invitado se sienta obligado a invertir más dinero del que tiene presupuestado; también es necesario considerar variedad de opciones en accesorios y pequeños muebles que te permitan dotar toda tu casa, desde la cocina hasta el jardín.
Algunos grandes almacenes pueden tener hasta 7.500 listas de regalos, lo que les permite construir la tuya sobre otras ya predeterminadas; sin embargo, siempre es bueno elaborar una en casa, con las cosas que realmente necesitan. Una vez en el almacén, pueden complementarla o incluir objetos tradicionales pero con novedosos diseños o bien implementos tecnológicos que no habían considerado.
Céntrate primero en las necesidades básicas, como objetos de uso diario, mobiliario o electrodomésticos imprescindibles para el hogar, organizándolo por áreas de la casa, como cocina, baño, dormitorio, sala y comedor. Luego puedes incluir los regalos menos necesarios o incluso aquellos pequeños caprichos y gustos que se quieran dar.
