Una despedida de soltero ha de ser una fiesta original y única, en la que se homenajea a la persona que se va a casar con una fiesta de amigos y familiares. Representa de forma simbólica esa última “noche de libertad”, entendida como cada uno quiera. A diferencia de la boda, seria y formal, la despedida es espontánea, divertida y personal.
Unos dicen que las despedidas de soltero surgieron como superstición para evitar tener mala suerte durante el matrimonio y otros achacan su origen a los soldados espartanos, los cuales mediante este acto, daban el adiós a su soltería y prometían fidelidad a sus camaradas.
Esta curiosa tradición ha ido evolucionando hasta nuestros días, en los que la igualdad entre sexos ha conseguido también una igualdad en las celebraciones, ya que hasta no hace muchos años, las despedidas de “soltero” eran algo exclusivo para hombres.
Este concepto también ha cambiado en los últimos tiempos, ya no se concibe a la despedida como esa última noche de juerga, la última posibilidad de pasárselo en grande antes del matrimonio…….., y por este motivo, las despedidas ya no buscan tanto el concepto “juerga total”, surgiendo nuevas opciones diferentes y más tranquilas.
Por tradición las despedidas siempre han sido organizadas por los amigos y amigas, una sorpresa para los novios. Pero también esto está cambiando, y hoy en día muchas de las despedidas son organizadas por los propios novios, que prefieren tener una despedida a su gusto y evitar posibles sorpresas desagradables.
