La Musica En La Boda - Cuando Ponerla

M. Bravo
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El banquete, el vestido, el fotógrafo, los zapatos y… ¡la música! ¿Mejor orquesta o un dj? La música es una parte de la organización de la boda que parece quedar en un segundo plano y que, sin embargo, requiere una especial atención, ya que es parte importante de la diversión de nuestros invitados y colofón final del día…
¡Hasta que el cuerpo aguante!

Inicio de la celebración
Es obvio que la música no termina con la ceremonia, aún queda mucho día (o noche) por delante. Mientras os hacéis las fotos de rigor con los familiares más cercanos, el resto de los invitados acuden al lugar del banquete. Allí (sobre todo si hay un cóctel previo a la cena) lo mejor es recibirles con una música cálida y ligera que invite a la fiesta (queda perfecto un cuarteto de cuerda) que tan sólo se verá interrumpida con vuestra llegada. Mientras camináis para uniros al banquete, se puede escuchar las variaciones de trompeta de Purcell o La Marcha del Príncipe de Dinamarca de Clarke .
A la hora del cóctel podéis recibir
a vuestros invitados con
una música cálida y ligera”.
El descanso, musicalmente hablando, llega en el momento en que os sentáis a la mesa a comer. Durante ese tiempo no es aconsejable que suene ningún tipo de música ya que impedirá la comunicación entre los comensales y podrían verse obligados a elevar demasiado el tono, pero después de los postres y las visitas pertinentes de los novios a las mesas… ¡comienza de nuevo el espectáculo!
La parte más “alocada” de la boda…
Por fin, tras el baile de los recién casados, la orquesta o disc-jockey que hayáis contratado para el evento comenzará a revolucionar a todo el personal. Aquí todo vale. Desde el rock and roll de siempre pasando por las más emblemáticas canciones del verano, salsa, merengue, sevillanas… lo que se tercie. Siempre según vuestros gustos y pensando en hacer disfrutar a los que os acompañan.

El caso es divertirse un buen rato en compañía de los invitados y bailar con todos ellos (sobre todo la novia, que ese día tendrá su carnet de baile lleno a rebosar). Y ya sabéis, tras el New York, New Cork de Frank Sinatra o algún tema similar, la orquesta se irá despidiendo y el día de vuestra boda habrá llegado a su fin. Puede que os de pena pero seguro que vuestros pies os lo agradecerán.
Puede sonar rock and roll,
las canciones del verano, salsa
o sevillanas; todo vale”.
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