de búsqueda infructuosa, la madre de la novia ofreció el uso de su propio anillo para que la pareja pudiera casarse. Sin embargo, el reverendo Nicholas Calver no es de los que se rinden fácilmente. Regresó a la iglesia, y después de dos horas. Dijo: “No podía creer que algo así podría desaparecer completamente”. “Yo estaba decidio a encontrarlo y regresé a la iglesia en la noche. Al final, había una grita entre el paso y el estrado”. “Pensé que debía estar allí, así que a palanca los separé con una pala para hacer la brecha más grande, brillaba hacía abajo y vi el anillo. Estaba encantado de haberlo encontrado. Lo llevó a la recepción y ya se imaginaran lo que pasó. El novio le puso el anillo en el dedo de la novia delante de todos.
