¡Por fin! Se han casado y cansados después de reír, bailar y saludar a todos sus amigos y familiares, se suben a su carro de bodas despidiéndose de todos, rumbo al lugar donde pasarán su primera noche como esposos. Para que un momento tan especial como éste no se vea empañado por ningún inconveniente, lo mejor será preparar con anticipación todo lo que podrían necesitar para hacer de esa noche una de las mejores de su vida.
Primero deberán decidir en dónde pasarán su noche de bodas. Una de las mejores opciones es en un hotel, en alguna suite nupcial, pero no debe de ser necesariamente así. Sin embargo un hotel presenta muchas ventajas y la mayoría de ellos ofrecen detalles como champagne y flores en el cuarto, desayuno a la habitación y una romántica decoración de velas. Pero si deciden realizarlo en algún otro lugar, o en su casa si es que ya cuentan con una, entonces no se olviden de dejar todo listo para cuando lleguen. Lo mejor es que sea en un lugar donde se puedan dar un relajante baño juntos y donde puedan disfrutar de su intimidad.
También puedes pedir ayuda a alguna de tus damas de honor o a algún familiar o amigo para que ambiente el lugar mientras te preparas para boda. No te olvides de las velas, los pétalos de rosa en el piso, la botella de champagne o de vino y todo lo que vayas a necesitar para disfrutar al máximo de la noche.
Muchas parejas terminan muy cansadas después de todo el ajetreo de la boda, por lo que puede ser una buena idea que le ofrezcas un masaje a tu pareja. Mantén preparado todo lo que necesitarás, desde aceites o crema corporal, música relajante y algún producto aromático que te ayude a crear un ambiente más especial. Si alguien te ayudará a preparar el cuarto no te olvides de dárselo para que no se olvide.
Por último, muchas parejas se dejan llevar por la euforia de este momento tan importante y toman más de la cuenta. Lo cierto que es que la noche de bodas es un momento muy especial del que es mejor disfrutar conscientemente, por lo que les recomendamos tener cuidado y no pasarse de copas. Lo último que querrán al día siguiente, sobre todo si tendrán que despertarse temprano para ir a su luna de miel, es despertar con dolor de cabeza, mal sabor de boca y sin poder recordar momentos de una de las noches más importantes de su vida.
