Además de las conocidas zonas erógenas de la mujer, no te sorprenda saber que también el rostro es un punto clave para el sexo.
El rostro femenino en toda su constitución, presenta distintos zonas importantes que reaccionan al tacto como el nacimiento del cabello, la frente, orejas, cejas, mejillas y párpados; por ejemplo, un roce tierno, una caricia suave en la cara, en los labios,
pasar la yema de los dedos por tu boca puede estimular muchísimo y prepararte para la acción, no hay nada mejor que sugestionar la mente con este tipo de atenciones, sentirte querida y consentida.
Y para responder a estas cálidas atenciones, unos dulces besos en el cuello de tu pareja es la respuesta adecuada. El hombre que acepta caricias sugestivas en la nuca y los costados del cuello, da a entender que está dispuesto a recibir más de esto en otras partes del cuerpo.
